Oración antes de un reto: Confianza en Dios

Señor, aquí estoy, con el corazón latiendo fuerte y la mente llena de pensamientos.

Me acerco a Ti porque sé que en tus manos todo cobra sentido.

Hoy enfrento un reto que me desafía, y aunque la incertidumbre me rodea, quiero confiar en tu plan.

Dame la calma para no dudar, la claridad para actuar y la certeza de que, pase lo que

pase, Tú estás conmigo.

Padre amado, Tú que conoces mis miedos y mis anhelos, hoy me presento ante Ti con humildad.

No quiero que la ansiedad me domine ni que el temor me paralice.

Enséñame a confiar en tu voluntad, a soltar lo que no controlo y a caminar con fe.

Que mi esfuerzo sea guiado por tu sabiduría y mi corazón permanezca en paz.

En Ti descanso, Señor.

Dios mío, en este momento en que mi espíritu se inquieta, recurro a Ti.

Tú eres mi refugio, mi roca firme cuando todo parece incierto.

Dame la valentía para enfrentar este reto con determinación y la humildad para aceptar lo que venga.

No permitas que el miedo me haga dudar de tu amor.

En tus manos dejo mis preocupaciones, confiando en tu infinita bondad.

Tú que ves más allá de lo que mis ojos alcanzan, ayúdame a no temer.

A veces dudo de mis capacidades, pero sé que en Ti encuentro fortaleza.

Dame la confianza para dar cada paso con seguridad, sabiendo que no camino solo.

Que mi mente se serene y mi corazón se llene de tu paz.

En tus manos dejo este reto, confiando en tu amor eterno.

Padre celestial, en este momento de desafío, me aferro a Ti.

No quiero que la duda me robe la paz ni que la presión me haga olvidar quién soy.

Recuérdame que mi valor no depende del resultado, sino de mi fe en Ti.

Dame serenidad para actuar con sabiduría y fuerza para seguir adelante.

En tus manos dejo mis esfuerzos, confiando en tu propósito.

Gracias por tu amor.

En este instante en que mi corazón se acelera, me detengo para hablar contigo.

Tú eres mi guía, mi refugio y mi paz.

Ayúdame a recordar que no estoy solo, que tu amor me sostiene y tu sabiduría me ilumina.

Que mi mente no se llene de dudas, sino de confianza en Ti.

En tus manos dejo este reto, sabiendo que todo está bajo tu control.

Dios amado, gracias por escucharme.

Sé que en cada desafío hay una oportunidad para crecer y fortalecer mi fe.

No permitas que el miedo me haga olvidar que Tú estás conmigo.

Dame la paz que solo Tú puedes dar y la certeza de que todo tiene un propósito.

Confío en tu amor y en tu plan perfecto.

En Ti encuentro mi fuerza y mi esperanza.