¿Por qué Dios cambió nombres en la Biblia?

¿Alguna vez te has preguntado por qué Dios cambió nombres en la Biblia?

No fue solo un capricho.

Cuando Dios cambió el nombre de Abram a Abraham, estaba marcando el inicio de una nueva misión: de

padre de una familia a padre de multitudes.

Un simple cambio de nombre, pero un giro radical en su destino y propósito.

Sarai también recibió un nuevo nombre: Sara.

Este cambio no fue solo fonético.

Sara pasó de ser una mujer estéril a la madre de naciones y reyes.

El nuevo nombre representaba una promesa cumplida y un futuro inesperado.

En la Biblia, un nombre nuevo es mucho más que una etiqueta: es una declaración de identidad y

destino.

Jacob es otro caso fascinante.

Tras luchar con un ángel, su nombre cambió a Israel, que significa 'el que lucha con Dios'.

Este cambio no solo transformó a Jacob, sino que dio origen a todo un pueblo.

Israel no es solo un nombre, es una historia de lucha, transformación y un nuevo comienzo para una

nación entera.

Pero Dios no se detuvo en personas.

En la Biblia, renombró pueblos enteros, como cuando cambió el nombre de Canaán a Israel.

Un nuevo nombre podía significar un nuevo destino colectivo.

¿Te imaginas que tu nombre pudiera cambiar tu historia?

En la Biblia, un nombre nuevo era el inicio de algo grande, inesperado y transformador.