Oración para un Espíritu Servicial: Empieza tu Día con Fe y Propósito

Señor, hoy me acerco a ti con el corazón abierto, agradeciendo la vida y cada nuevo amanecer.

No vengo a pedirte riquezas ni soluciones fáciles, sino la capacidad de ver las oportunidades que me regalas.

Dame ojos atentos para reconocer dónde puedo ser útil y manos dispuestas a ayudar, sin esperar nada a

cambio.

Que mi día empiece con gratitud y termine con satisfacción por haber servido.

Padre, enséñame a valorar lo que tengo y a no dar por sentado tus bendiciones.

Que mi actitud refleje alegría por cada pequeño detalle: el aire fresco, el pan en la mesa, la

compañía de quienes amo.

Ayúdame a contagiar esa alegría a los demás, siendo un reflejo de tu amor en cada gesto, palabra

y acción.

Hoy quiero ser instrumento de tu paz y bondad.

Dios mío, dame humildad para reconocer que no soy el centro del mundo.

Permíteme escuchar con atención a quienes me rodean, comprender sus necesidades y responder con empatía.

Que no busque reconocimiento ni aplausos, sino la satisfacción de haber hecho el bien en silencio.

Hazme sensible a las oportunidades de servir, incluso en los detalles más pequeños y cotidianos.

Señor, te pido que me llenes de energía y entusiasmo para enfrentar este día.

Que no me falte la motivación para levantarme y dar lo mejor de mí, incluso cuando las tareas

parezcan rutinarias.

Ayúdame a ver cada labor como una oportunidad para crecer y servirte, recordando que todo lo que hago,

por pequeño que sea, tiene valor ante tus ojos.

Padre bueno, quiero que mi servicio sea auténtico, nacido del amor y no de la obligación.

Enséñame a dar sin reservas, a compartir mi tiempo y talentos con generosidad.

Que mi corazón no se canse de hacer el bien, aunque nadie lo note.

Dame la sabiduría para saber cuándo y cómo ayudar, y la fortaleza para hacerlo siempre con alegría y

entrega.

Dios de amor, gracias por confiar en mí y darme la oportunidad de ser tus manos en la

tierra.

Que cada encuentro de hoy sea una ocasión para sembrar esperanza y bondad.

Ayúdame a ver tu rostro en cada persona, especialmente en quienes más lo necesitan.

Que mi fe se traduzca en acciones concretas, y que mi vida sea un testimonio silencioso de tu

presencia.

Y así, Señor, quiero vivir este día siguiendo el ejemplo de Jesús, quien no vino para ser servido,

sino para servir y dar su vida por muchos, como dice Marcos 10:45.

Que mi jornada esté marcada por la entrega y la humildad, confiando plenamente en tu guía.

Gracias por escucharme y por darme la oportunidad de servirte con alegría y fe renovada.