Oración para cultivar la humildad ante Dios

Señor, vengo ante Ti sin máscaras ni adornos.

Me presento tal como soy, con mis fallos y mis dudas.

Enséñame a ser pequeño ante tu grandeza, a no buscar aplausos ni reconocimientos.

Que mi corazón no se eleve por orgullo, sino que se incline con gratitud.

Hazme sencillo, como el pan que alimenta sin alardes.

Padre, no quiero aparentar lo que no soy.

Ayúdame a hablarte con palabras sencillas, como un hijo que confía en su padre.

Que no me pierda en discursos vacíos, sino que cada palabra que te diga nazca del alma.

Enséñame a callar cuando el ego quiera hablar, y a escuchar cuando Tú susurres.

Dios mío, que no me olvide de que todo lo que tengo viene de Ti.

Que no me crea más por lo que sé o por lo que hago.

Recuérdame que soy barro en tus manos, y que sin Ti, nada soy.

Dame un corazón que no se compare, que no juzgue, que simplemente ame.

Te lo pido, Señor, con la voz temblorosa pero el alma firme: hazme humilde, hazme sencillo.

Que mi vida sea reflejo de tu amor sin pretensiones.

Que cada paso que dé sea contigo, sin buscar ser visto, solo ser fiel.

Gracias por escucharme, por mirarme con ternura.

Me despido, fortalecido en tu amor, fortaleciendo tu Fe.