El enigma de Sansón y sus hazañas: Aspectos menos conocidos

Sansón no solo era fuerte, también era astuto.

En su boda, planteó un enigma a los filisteos: “Del devorador salió comida, y del fuerte salió dulzura”.

Se refería a la miel que encontró en el cadáver de un león que había matado.

Cuando los filisteos descubrieron la respuesta con engaños, Sansón reaccionó con furia.

Cuando los filisteos resolvieron su enigma con trampa, Sansón tomó represalias.

Viajó a Ascalón, mató a treinta hombres y usó sus ropas para pagar la apuesta.

Este acto marcó el inicio de su conflicto con los filisteos, mostrando que su fuerza no solo era

física, sino también una herramienta de venganza y justicia.

En otra hazaña impresionante, Sansón capturó trescientos zorros, los ató en parejas con antorchas encendidas y los soltó

en los campos de los filisteos.

El fuego destruyó sus cosechas, viñedos y olivares.

Este acto de venganza no solo mostró su ingenio, sino que también debilitó económicamente a sus enemigos, intensificando

el conflicto.

Uno de los momentos más épicos de Sansón, fue cuando armado solo con una quijada de asno, derrotó

a mil filisteos.

Su fuerza sobrehumana y su determinación lo convirtieron en una leyenda.

Tras la batalla, clamó a Dios por agua y milagrosamente brotó un manantial, demostrando que su poder no

solo venía de su físico, sino también de su fe.