Oración de Fortaleza ante la Tentación: Un Nuevo Día con Fe
¿Alguna vez has sentido que la tentación te acecha justo cuando más quieres avanzar? Hoy te invito a un momento de oración sincera, hablando con Dios como con un amigo cercano. Agradezcamos juntos lo que tenemos y pidamos fortaleza para recibir con alegría las oportunidades de este nuevo día. Terminaremos recordando la promesa de 1 Corintios 10:13, fuente de esperanza y confianza.
Create Your Own
Make AI-powered videos in minutes
Video Transcript
Full text from the video
Señor, hoy me acerco a ti con el corazón abierto, reconociendo que a veces la tentación parece más
fuerte que mi voluntad.
No vengo a lamentarme, sino a agradecerte por cada oportunidad que me das de crecer.
Gracias por la vida, por el aire que respiro y por la fuerza que me regalas cada mañana.
Dame claridad para ver tu luz en medio de cualquier sombra.
Padre, sé que no estoy solo en este camino.
Siento tu presencia en los pequeños detalles: en la sonrisa de un ser querido, en el canto de
los pájaros, en la calma de la mañana.
Te pido que me ayudes a mantenerme firme, a no dejarme llevar por lo fácil, sino a elegir
lo correcto, aunque cueste.
Confío plenamente en tu guía y en tu amor incondicional.
Dios mío, a veces la tentación se disfraza de oportunidad, pero tú me enseñas a distinguir lo verdadero
de lo pasajero.
Hoy te pido sabiduría para reconocer lo que me acerca a ti y valentía para rechazar lo que
me aleja.
Gracias por darme la capacidad de elegir y por recordarme que cada día es una nueva oportunidad para
ser mejor.
Señor, no busco perfección, solo quiero avanzar con honestidad y humildad.
Ayúdame a aceptar mis debilidades sin juzgarme, y a celebrar mis pequeños logros con alegría.
Gracias por tu paciencia infinita y por enseñarme que cada tropiezo es una lección, no un fracaso.
Dame serenidad para confiar en tu tiempo y en tu plan para mí.
Padre bueno, hoy elijo empezar el día con fe y propósito.
Te agradezco por las oportunidades que me esperan, por las personas que pones en mi camino y por
la fuerza que me das para enfrentar cualquier desafío.
Ayúdame a mantener la alegría en el corazón y a contagiar esperanza a quienes me rodean.
Que tu amor sea mi escudo y mi impulso.
Dios de bondad, te entrego mis pensamientos y mis acciones.
Que cada decisión que tome hoy refleje tu luz y tu verdad.
Ayúdame a ser generoso, a perdonar rápido y a mirar el futuro con esperanza.
Gracias por confiar en mí y por darme la oportunidad de empezar de nuevo cada día.
Que tu paz me acompañe en cada paso que dé.
Y para terminar, Señor, me aferro a tu promesa: “Dios es fiel, y no permitirá que seáis tentados
más allá de lo que podéis resistir.
Junto con la tentación, dará también la salida, para que podáis soportarla” (1 Corintios 10:13).
Gracias por tu fidelidad, por tu amor constante y por recordarme que nunca estoy solo.
Amén.