Oración de confesión y gratitud para iniciar el día con fe
¿Alguna vez has sentido la necesidad de empezar el día con el corazón limpio y agradecido? Hoy te invito a una oración sincera, hablando directamente con Dios, reconociendo nuestras faltas y recibiendo su perdón con alegría. Inspirados en 1 Juan 1:9, abrimos el día con fe, gratitud y propósito, dejando atrás la culpa y abrazando nuevas oportunidades.
Create Your Own
Make AI-powered videos in minutes
Video Transcript
Full text from the video
Señor, hoy me acerco a ti con humildad, reconociendo que no soy perfecto y que a veces fallo.
No vengo a esconderme, sino a abrirte mi corazón, confiando en tu amor inagotable.
Gracias por escucharme siempre, incluso cuando mis palabras son torpes.
Te hablo como a un amigo cercano, sabiendo que tu comprensión es infinita y tu misericordia nunca se
agota.
Hoy, antes de comenzar cualquier tarea, quiero reconocer mis errores y pedirte perdón, Señor.
No me detengo en mis fallos, sino que los entrego a ti, confiando en que tu gracia me
renueva.
Gracias por darme la oportunidad de empezar de nuevo cada mañana.
Sé que tu perdón es real y me llena de esperanza para vivir este día con alegría y
propósito.
Padre, te agradezco por todo lo que tengo y por las bendiciones que a veces paso por alto.
Hoy quiero mirar la vida con ojos nuevos, valorando cada pequeño regalo que me das.
No me enfoco en lo que me falta, sino en lo mucho que ya he recibido.
Gracias por tu generosidad constante y por enseñarme a vivir con gratitud, incluso en los detalles más simples.
Señor, te pido que me ayudes a aprovechar cada oportunidad que este día me ofrece.
Dame sabiduría para tomar buenas decisiones y valentía para enfrentar cualquier reto.
Confío plenamente en que caminas a mi lado, guiando mis pasos.
No tengo miedo al futuro porque sé que tú lo sostienes.
Gracias por ser mi guía y mi fuerza en cada momento, incluso cuando dudo de mí mismo.
Hoy elijo dejar atrás la culpa y el peso de los errores pasados.
Señor, confío en que tu perdón es más grande que mis fallos.
Me levanto con el corazón ligero, dispuesto a vivir este día con alegría y confianza.
Gracias por enseñarme a soltar lo que no puedo cambiar y a recibir tu paz, que supera todo
entendimiento.
Hoy camino libre, sostenido por tu amor.
Padre, te entrego mis pensamientos, mis palabras y mis acciones de este día.
Ayúdame a ser luz para quienes me rodean, mostrando tu amor en lo que hago.
Dame un corazón generoso y dispuesto a servir.
Gracias por confiar en mí y darme la oportunidad de marcar la diferencia.
Hoy quiero ser reflejo de tu bondad, viviendo con propósito y alegría en cada momento.
Como dice 1 Juan 1:9, "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos
de toda maldad".
Señor, recibo tu perdón con fe y gratitud.
Hoy empiezo el día renovado, confiando en tu fidelidad.
Gracias por tu amor que nunca falla y por darme la oportunidad de comenzar de nuevo.
Que este día sea testimonio de tu gracia en mi vida.