Una plegaria en la fragilidad
En los momentos más frágiles, cuando el alma tiembla y la incertidumbre pesa, elevamos una plegaria sincera. Susurramos palabras al cielo, buscando consuelo y esperanza. Esta oración nace desde el corazón, en la intimidad de un hospital, donde la fe se convierte en refugio. Acompáñanos en este viaje de palabras que fortalecen el espíritu y renuevan la confianza en Dios, fortaleciendo tu Fe.
Create Your Own
Make AI-powered videos in minutes
Video Transcript
Full text from the video
Señor, aquí estoy, con el alma desnuda y el corazón tembloroso.
En este cuarto de hospital, donde el tiempo parece detenerse, te busco con la urgencia de quien necesita
un milagro.
No pido certezas, solo tu compañía en esta incertidumbre.
Dame la paz que solo tú puedes dar, la fortaleza para sostener la esperanza cuando todo parece frágil.
Dios mío, en este silencio roto por el sonido de monitores, te hablo con la voz del alma.
No sé qué traerá el mañana, pero hoy te entrego mis miedos.
Sostén a quienes amo, dales fuerza en su debilidad y luz en su angustia.
Que tu presencia sea bálsamo en esta espera.
En ti confío, en ti descanso.
Padre celestial, en esta noche larga donde el sueño se escapa, me aferro a tu promesa de amor.
No permitas que la desesperanza me venza, ni que el dolor apague mi fe.
Si es tu voluntad, trae sanación; si no, dame la gracia de aceptar tu plan.
En cada latido, en cada suspiro, te busco y te encuentro.
Señor de la vida, en esta fragilidad descubro tu presencia.
Me aferro a ti como un niño a los brazos de su padre.
No entiendo el porqué de este sufrimiento, pero confío en que no me abandonas.
Dame paciencia en la espera, serenidad en la tormenta y fe en lo incierto.
Dios de misericordia, en este lecho donde la fragilidad se hace evidente, te entrego mis cargas.
No quiero temer al futuro ni aferrarme a lo que no puedo controlar.
Enséñame a vivir el presente con gratitud, a ver tu mano en cada pequeño gesto de amor.
Que mi fe no dependa de las circunstancias, sino de tu fidelidad eterna.
Señor, en cada lágrima que cae, en cada suspiro que escapa, te encuentro.
No me dejes solo en este camino incierto.
Si mis fuerzas flaquean, sé mi sostén; si mi fe se debilita, renuévala.
Que en cada prueba descubra tu amor, en cada dolor sienta tu abrazo.
Dios amado, gracias por escucharme, por sostenerme en esta noche de incertidumbre.
No sé qué traerá el amanecer, pero sé que no estaré solo.
En tu amor encuentro paz, en tu presencia hallo descanso.
Que mi fe crezca en la prueba, que mi esperanza no se apague.
En cada latido, en cada respiro, sigo confiando en ti, fortaleciendo tu Fe.
More from this creator
Other videos by @tgfblogger