Una oración diaria basada en el Salmo 23:1

Cuando la ansiedad y la escasez nos rodean, el Salmo 23:1 nos recuerda que no estamos solos. Esta oración diaria, sencilla y sincera, nos lleva desde la inquietud hasta la confianza plena en el Buen Pastor. A través de imágenes cotidianas y metáforas profundas, descubrimos cómo Su provisión transforma nuestra incertidumbre en esperanza activa. Ora con el corazón abierto y encuentra paz en Su guía constante.

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A veces, Señor, la ansiedad me visita temprano, antes del café.

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Me susurra que no hay suficiente, que no soy suficiente.

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Pero Tú, Pastor fiel, me llevas a pastos verdes incluso cuando todo parece gris.

0:17

Me recuerdas que no camino solo, que cada paso está guiado por Tu amor.

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Hoy, elijo confiar en Tu cuidado más que en mis temores.

0:28

Señor, me siento como una oveja perdida entre decisiones, facturas y noticias que no paran.

0:36

Pero Tú me buscas, me encuentras y me llevas sobre Tus hombros.

0:41

No me juzgas por dudar, me abrazas en medio del caos.

0:46

Hoy, aunque no entienda el camino, descanso en saber que Tú sí lo conoces.

0:54

Y eso me basta para seguir caminando.

0:57

A veces, Señor, me siento como un vaso vacío.

1:01

Doy, intento, corro… y termino agotado.

1:06

Pero Tú llenas mi copa, no con cosas, sino con paz.

1:11

Me invitas a detenerme, a respirar, a recordar que no soy mi proveedor.

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Tú lo eres.

1:18

Hoy, en medio del ruido, elijo sentarme a Tu mesa y recibir lo que sólo Tú puedes dar.

1:25

Señor, cuando el futuro parece una niebla espesa, me cuesta avanzar.

1:31

Pero Tú, como un pastor con linterna en la noche, me guías paso a paso.

1:37

No me das el mapa completo, pero sí la luz suficiente para hoy.

1:42

Y eso me basta.

1:44

Hoy no corro, camino contigo.

1:47

No me adelanto, confío.

1:51

Porque donde Tú estás, hay dirección, incluso en la oscuridad.

1:56

Hoy, Señor, elijo verte en lo pequeño: en el pan que no falta, en la llamada de un

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amigo, en el sol que entra por la ventana.

2:06

Tú estás en cada detalle, proveyendo sin ruido.

2:11

No siempre como espero, pero siempre como necesito.

2:15

Gracias por ser mi Pastor, por no soltarme, por recordarme que en Ti, incluso lo poco se vuelve

2:23

suficiente.

2:24

Señor, termino este día con gratitud.

2:28

No porque todo esté resuelto, sino porque Tú estás presente.

2:33

En medio de la incertidumbre, me das certeza.

2:37

En la escasez, me das sustento.

2:41

En la ansiedad, me das paz.

2:44

Mañana traerá lo suyo, pero hoy descanso en Ti.

2:48

Porque si Tú eres mi Pastor, entonces nada me falta.

2:52

Y eso, Señor, lo cambia todo.