Tlaxcala y Puebla: Rivalidad y Hermandad Histórica

¿Sabías que Tlaxcala fue aliada de los españoles contra los mexicas, mientras Puebla nació como ciudad colonial tras

la conquista?

Esta diferencia marcó el inicio de una relación compleja.

Tlaxcala se enorgullece de su papel histórico, mientras Puebla presume de su arquitectura y desarrollo.

Desde el principio, sus caminos se cruzaron con tensiones y cooperación.

Ambas regiones comparten una fuerte identidad cultural: el mole poblano y el mole tlaxcalteca son ejemplos de cómo

la gastronomía refleja sus similitudes y diferencias.

Aunque Puebla es más conocida internacionalmente, Tlaxcala conserva tradiciones indígenas más puras.

Esta dualidad ha generado una rivalidad amistosa, pero también un respeto mutuo por sus raíces compartidas.

En el siglo XIX, Tlaxcala fue absorbida administrativamente por Puebla durante un tiempo, lo que generó tensiones políticas.

Sin embargo, Tlaxcala recuperó su autonomía y reforzó su identidad.

Este episodio histórico aún se recuerda con cierto recelo, pero también como un momento clave para definir los

límites y la personalidad de cada estado.

Hoy, Tlaxcala y Puebla colaboran en turismo, economía y cultura, pero la rivalidad persiste en bromas locales y

orgullo regional.

Tlaxcaltecas defienden su historia milenaria; poblanos, su legado colonial.

Esta relación, entre pique y hermandad, es un reflejo de cómo la historia compartida puede unir...

o dividir, según quién la cuente. No te pierdas el próximo capítulo a través de Tlaxcalàpp.