Oración para un corazón compasivo y humilde: Inspirada en Colosenses 3:12
¿Te gustaría empezar el día con un corazón lleno de compasión y humildad? Esta oración es una conversación sincera con Dios, agradeciendo lo que tenemos y pidiendo un espíritu renovado. Inspirada en Colosenses 3:12, te ayudará a recibir cada oportunidad con alegría y fe. Perfecta para quienes buscan vivir con propósito y gratitud desde el primer momento del día.
Create Your Own
Make AI-powered videos in minutes
Video Transcript
Full text from the video
Señor, hoy me acerco a tí, reconociendo que cada nuevo día es un regalo que viene de tus
manos.
No quiero dar nada por sentado, ni siquiera el simple hecho de despertar.
Gracias por la vida, por el aire que respiro y por la oportunidad de empezar de nuevo.
Ayúdame a ver cada momento como una bendición y a recibirlo con alegría.
Padre, te pido que siembres en mí un corazón compasivo, capaz de entender y acompañar a quienes me
rodean.
Que mis palabras y acciones reflejen tu amor, y que nunca me falte la empatía para escuchar y
apoyar a los demás.
Dame la sensibilidad para reconocer las necesidades ajenas y la generosidad para responder con bondad, sin esperar nada
a cambio.
Dios mío, enséñame a ser humilde en cada paso que doy.
Que no busque reconocimiento ni aplausos, sino que actúe desde la sencillez y la verdad.
Ayúdame a aceptar mis errores y aprender de ellos, sin orgullo ni resentimiento.
Que mi humildad sea un reflejo de tu grandeza y que siempre recuerde que todo lo bueno proviene
de ti.
Señor, gracias por las personas que pones en mi vida.
Ayúdame a valorar cada encuentro, a aprender de los demás y a compartir lo que tengo con alegría.
Que mi trato sea siempre respetuoso y amable, reconociendo que todos somos valiosos ante tus ojos.
Dame la capacidad de perdonar y de pedir perdón, construyendo relaciones sanas y sinceras.
Padre celestial, quiero vivir este día con propósito y fe.
Que no me distraigan las preocupaciones ni los miedos, sino que confíe plenamente en tu guía.
Dame la sabiduría para tomar decisiones correctas y la fortaleza para mantenerme firme en lo que creo.
Que cada acción esté inspirada por tu amor y que mi vida sea testimonio de tu bondad.
Dios de misericordia, te agradezco por las oportunidades que me das para crecer y servir.
Que no desperdicie los talentos que me has confiado, sino que los ponga al servicio de los demás.
Ayúdame a reconocer cada pequeño logro como una muestra de tu fidelidad y a mantenerme agradecido, incluso en
los desafíos.
Que mi gratitud sea constante y auténtica.
Y así, Señor, me visto de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia, como enseña tu palabra en Colosenses
3:12.
Que este día sea una oportunidad para reflejar tu luz en todo lo que haga.
Confío en que, con tu ayuda, podré vivir con fe, alegría y propósito, siendo instrumento de tu amor
en el mundo.
Amén.