Oración para los días que parecen repetirse sin sentido
Cuando la rutina pesa y los días parecen copias sin alma, esta oración es un susurro al cielo. Hablamos con el Señor desde lo más profundo, pidiéndole que renueve nuestra pasión por vivir según Su propósito. No es un rezo aprendido, sino una conversación sincera, con palabras que brotan del alma. Si alguna vez te has sentido así, esta oración es también para ti.
Create Your Own
Make AI-powered videos in minutes
Video Transcript
Full text from the video
Señor, hoy me acerco a Ti sin máscaras, sin frases bonitas, solo con el corazón en la mano.
Hay días que se sienten como una copia del anterior, sin chispa, sin rumbo.
Me pierdo en la rutina y olvido por qué camino.
Te pido, Padre, que me despiertes por dentro.
Que me recuerdes que cada día tiene un propósito, y que Tú estás en medio de todo.
Dios mío, a veces me siento como si viviera en automático.
Me levanto, hago lo que debo, pero mi alma no canta.
¿Dónde quedó la pasión?
¿Dónde el fuego por lo que hago?
Te ruego que soples vida nueva sobre mí.
Que me muestres, aunque sea en lo pequeño, que estás guiando mis pasos.
No quiero solo existir, quiero vivir contigo, para Ti.
Padre, a veces me cuesta incluso orar.
Las palabras no salen, y mi mente se llena de ruido.
Pero aquí estoy, intentando hablarte, aunque sea con suspiros.
Tú conoces mi corazón, sabes lo que me pesa.
Te pido que me devuelvas la alegría de Tu salvación.
Que me recuerdes que no estoy solo, que Tú caminas conmigo, incluso cuando no lo siento.
Jesús, Maestro y Amigo, enséñame a ver con Tus ojos.
A encontrar belleza en lo cotidiano, a descubrir propósito en lo simple.
Que no me acostumbre a vivir sin asombro.
Que no me conforme con sobrevivir.
Dame hambre de Tu presencia, sed de Tu Palabra.
Que cada día, por más igual que parezca, sea una oportunidad para amarte y servirte con todo mi
ser.
Espíritu Santo, ven y sacude mi interior.
No quiero una fe tibia ni una vida sin dirección.
Revélame lo que Tú ves en mí, lo que soñaste para mí desde antes de nacer.
Ayúdame a salir del letargo, a vivir con intención.
Que cada paso que dé esté alineado con Tu voluntad.
Que mi vida sea un reflejo de Tu amor, incluso en lo ordinario.
Señor, si me he desviado, tráeme de vuelta.
Si he perdido el rumbo, endereza mis pasos.
No quiero seguir caminando sin saber hacia dónde voy.
Reaviva en mí el deseo de buscarte cada mañana, de escucharte en el silencio, de obedecerte aunque no
entienda todo.
Que mi vida no sea una repetición vacía, sino una historia escrita por Ti, día tras día.
Gracias, Señor, por escucharme incluso cuando mis palabras son torpes.
Gracias por no cansarte de mí.
Hoy te entrego este día, con todo lo que soy.
Renueva mi mente, enciende mi corazón, dirige mis pasos.
Que no viva por inercia, sino por propósito.
Que cada día, incluso el más gris, sea una oportunidad para conocerte más y reflejar Tu luz.
Amén.