Oración matutina para pedir dirección en el trabajo o estudios

Señor, hoy me despierto con gratitud en el corazón.

Gracias por regalarme un nuevo día lleno de oportunidades.

Te pido que seas mi guía en cada paso que dé, tanto en mi trabajo como en mis

estudios.

Ayúdame a ver las bendiciones que me rodean y a aprovechar cada momento con alegría.

Confío en que tu luz ilumina mi camino y me da claridad para tomar decisiones sabias.

Padre, reconozco que no siempre tengo todas las respuestas.

Por eso, hoy vengo ante ti con humildad, pidiéndote que me muestres el camino correcto.

Dame sabiduría para enfrentar los retos que surjan y serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar.

Sé que, con tu ayuda, cada tarea y cada decisión estarán llenas de sentido y propósito.

Gracias por escucharme siempre.

Dios mío, te agradezco por las capacidades y talentos que me has dado.

Hoy quiero ponerlos a tu servicio, confiando en que tú multiplicas mis esfuerzos.

Permíteme trabajar y estudiar con alegría, sin perder de vista que cada logro es un regalo tuyo.

Ayúdame a mantener la motivación y a no desanimarme ante las dificultades, sabiendo que tú siempre estás a

mi lado.

Señor, te pido que bendigas a quienes me rodean en el trabajo o en la escuela.

Ayúdame a ser un reflejo de tu amor y paciencia en cada encuentro.

Que mis palabras y acciones inspiren confianza y respeto.

Dame la capacidad de escuchar y aprender de los demás, reconociendo que cada persona es parte de tu

plan.

Gracias por permitirme compartir este día con ellos.

Padre bueno, hoy quiero recibir cada tarea como una oportunidad para crecer y servir.

Ayúdame a no perder la alegría, incluso cuando el camino se vuelva difícil.

Enséñame a confiar en tus tiempos y a no desesperarme si las cosas no salen como espero.

Sé que todo lo que vivo tiene un propósito, y me entrego a tu voluntad con esperanza y

gratitud.

Dios de bondad, te pido que me ayudes a mantener la calma y la confianza en ti cuando

surjan imprevistos.

Dame la capacidad de adaptarme y aprender de cada situación.

Que nunca me falte la gratitud por lo que tengo y la ilusión por lo que está por

venir.

Gracias por tu presencia constante, que me sostiene y me anima a seguir adelante con fe renovada.

En tus manos, Señor, encomiendo este día.

Confío plenamente en tu dirección y en tu amor incondicional.

Como dice el Salmo 37:5: “Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará”.

Que esta promesa me acompañe en cada paso, recordándome que no estoy solo.

Gracias por tu fidelidad y por guiarme siempre con ternura y sabiduría.

Amén.