Nínive: El asombroso ayuno de una ciudad... ¡y sus animales!
¿Sabías que en la antigua Nínive, no solo las personas ayunaron para mostrar arrepentimiento, sino también los animales? Esta sorprendente historia, narrada en la Biblia, revela cómo toda la capital asiria se volcó en un acto colectivo de humildad. Descubre cómo y por qué hasta los animales participaron en este singular ayuno.
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Imagina una ciudad entera deteniéndose en seco, no solo sus habitantes, sino también sus animales.
Nínive, la poderosa capital asiria, fue escenario de un ayuno colectivo sin precedentes.
¿Por qué?
Un mensaje de advertencia provocó un arrepentimiento tan profundo que ni siquiera el ganado quedó fuera.
¿Qué llevó a una civilización tan orgullosa a este extremo?
El rey de Nínive, al escuchar la advertencia, tomó una decisión radical: decretó ayuno absoluto, no solo para
la gente, sino también para los animales.
Vacas, ovejas y caballos, todos cubiertos con cilicio, símbolo de humildad y duelo.
La ciudad entera, desde el más poderoso hasta el más humilde animal, se sumió en el silencio del
ayuno.
La imagen de animales ayunando y vestidos con cilicio puede parecer extraña hoy, pero en Nínive tenía un
profundo significado.
Era una forma de mostrar que toda la creación, no solo los humanos, participaba en el arrepentimiento.
El acto colectivo buscaba conmover a la divinidad y evitar la destrucción anunciada.
¿Funcionó este gesto tan inusual?
El resultado fue sorprendente: según la narración bíblica, la ciudad fue perdonada.
El ayuno de Nínive, incluyendo a sus animales, se convirtió en símbolo de arrepentimiento sincero y cambio colectivo.
Esta historia nos recuerda que, a veces, los gestos más inesperados pueden transformar el destino de una sociedad
entera.
¿Te imaginas algo así hoy?
