El nacimiento de Moisés: Salvado de las aguas

¿Sabías que Moisés, uno de los más grandes líderes bíblicos, nació bajo una peligrosa orden real?

Su madre, en un acto de valentía, lo ocultó entre el río Nilo para salvarlo de la persecución.

Este viaje comienza con una cesta flotante y un destino marcado por la esperanza de un futuro distinto.

La hija del faraón descubrió al pequeño en su improvisada cuna flotante.

Conmovida por su inocencia, decidió adoptarlo como propio y nombrarlo Moisés, que significa “sacado de las aguas”.

Mientras crecía en palacio, su identidad hebrea no desapareció, y ese vínculo con su pueblo se forjó en

silencio, lejos de la mirada real.

Moisés acumuló sabiduría y conocimientos en la corte, pero en lo profundo de su corazón sentía la llamada

de su verdadero origen.

La opresión de su pueblo resonaba en su interior, impulsándolo a cuestionar el poder de Egipto.

En secreto, empezó a comprender que su destino no se definía por la realeza, sino por sus raíces

hebreas.

Moisés descubriría que su nacimiento fue un milagro destinado a guiar a su pueblo hacia la libertad.

Aquella cesta en el río marcó el inicio de una historia de valentía y fe frente a la

injusticia.

Su vida ejemplifica el poder de las segundas oportunidades, recordándonos que, a veces, lo imposible surge de una

simple cesta en el agua.