El declive del multilateralismo: El impacto de la política exterior de Trump
La política exterior de Donald Trump sacudió los cimientos del multilateralismo global. Desde su escepticismo hacia las alianzas internacionales hasta su enfoque unilateral en comercio y diplomacia, su mandato dejó una huella profunda en la gobernanza mundial. ¿Cómo afectaron sus decisiones a instituciones clave como la ONU, la OTAN y la OMC? Descubre cómo su legado sigue influyendo en el equilibrio global.
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Cuando Trump asumió la presidencia en 2017, dejó claro su escepticismo hacia el multilateralismo.
Su lema "América Primero" marcó un giro hacia el unilateralismo, debilitando alianzas tradicionales.
Se retiró del Acuerdo de París, argumentando que perjudicaba la economía estadounidense, y cuestionó la OTAN, exigiendo mayores
contribuciones de sus aliados.
Estas decisiones generaron incertidumbre y desconfianza, afectando la cooperación internacional en seguridad y cambio climático.
El comercio global también sufrió el impacto de su política.
Trump inició una guerra comercial con China, imponiendo aranceles que desestabilizaron mercados y afectaron cadenas de suministro.
Además, bloqueó el funcionamiento de la OMC al negarse a nombrar jueces para su órgano de apelación, paralizando
la resolución de disputas comerciales.
Estas acciones debilitaron la confianza en las reglas del comercio internacional y fomentaron un entorno más proteccionista.
Su relación con organismos internacionales fue tensa.
Trump retiró a EE.UU.
de la UNESCO y la OMS, alegando sesgos contra su país.
Durante la pandemia, su decisión de cortar fondos a la OMS en un momento crítico generó críticas globales.
Estas acciones debilitaron la cooperación internacional en salud y educación, dejando un vacío que otros actores, como China,
aprovecharon para aumentar su influencia en la gobernanza global.
El enfoque de Trump hacia el multilateralismo también afectó acuerdos nucleares y de seguridad.
Se retiró del acuerdo nuclear con Irán, aumentando tensiones en Medio Oriente, y abandonó el Tratado INF con
Rusia, reavivando preocupaciones sobre una nueva carrera armamentista.
Estas decisiones redujeron la capacidad de la diplomacia internacional para gestionar conflictos y aumentaron la incertidumbre en la
estabilidad global.
El legado de Trump en la gobernanza global sigue presente.
Su enfoque nacionalista inspiró a otros líderes a adoptar políticas más aislacionistas, debilitando la cooperación internacional.
Aunque la administración Biden ha intentado restaurar alianzas, la confianza en el multilateralismo quedó erosionada.
El mundo sigue lidiando con las consecuencias de su política exterior, en un escenario donde el equilibrio de
poder continúa cambiando.
